Sorpresas y más sorpresas

¿Al final qué debería hacer? r completamente sincera con las personas a mi alrededor. Pero, no es como si ellos realmente se molestaran en preguntar cómo estoy. Porque no lo hacen salvo cuando dejo caer una indirecta en redes. Es irónico que una amistad se base en quien da obsequios. Porque decir que te enojan los "chistes" cuando tu los iniciaste, no tienen sentido. Realmente nada de este problema tiene sentido.

¿Has dado más por los regalos? Porque yo nunca los pedí. Crecí en esta vida con tan poco, que tener un obsequio era un lujo. ¿No se supone que los regalos son porque deben nacer del corazón y porque tienes economicamente la posibilidad de hacerlo? Porque es justo lo que yo pensaba. Ahora puedo ver que mi amistad más duradera dice «tu no has dado nada, yo siempre lo doy todo» ¿Disculpa?

Honestamente me he cansado de intentar salvar una amistad que es claramente tóxica y dañina. Porque durante años he debido escuchar cómo critican a mi familia sin piedad, como opinan sobre situaciones que solo conocen la mitad y cómo esperan a saber más de lo que deberían.

Yo no tengo que justificar porque soy acida, porque no doy obsequio, porque a veces ando más molesta que feliz. Porque es mi vida privada y porque hay cosas que ni las amistades deben saber.

Quizás mi error ha sido no ser completamente sincera con las personas a mi alrededor. Pero, no es como si ellos realmente se molestaran en preguntar cómo estoy. Porque no lo hacen salvo cuando dejo caer una indirecta en redes. Es irónico que una amistad se base en quién da obsequios. Porque decir que te enojan los "chistes" cuando tu los iniciaste, no tienen sentido. Realmente nada de este problema tiene sentido.

¿Al final qué debería hacer? Porque me niego a dar la razón a quien no la tiene. Me niego a decir "tienes razón, has dado más", me niego a tener que justificar cada cosa que he dicho o e hecho. Porque no es justo. Dices que no te conozco, pero créeme, yo te conozco más de lo que crees. En cambio tu nunca te dignaste en conocerme. Conoces a la que fui en sexto grado. No la que me convertí. No puedes llamarte amiga si nunca sospechaste mis pensamientos oscuros o mis ganas de desaparecer.

Al final todo esto fue una vil mentira y lo peor es saber que solo yo estoy pensando en eso. Que solo a mí me lastima de verdad.

Al final he perdido a alguien que me importaba. Pero yo me importo más. Y sé que lo dí todo en esa amistad. Y me niego a decir lo contrario, porque sé que no es verdad.